El edificio ocupa la mitad norte de la manzana 6.1, disponiendo la edificación de 15 metros de fondo en el perímetro, formando chaflán hacia una de las rotondas principales del barrio. Las 152 viviendas se construyen en un régimen de cooperativa. Una comunidad voluntaria. La imagen del edificio tiene como divisa el refuerzo del carácter colectivo.
Para reforzar los rasgos urbanos y el carácter colectivo del edificio el exterior propone la continuidad del plano de fachada proyectando un exterior “cerrado”, con huecos estrictamente dimensionados. Se genera así como fachada un “plano urbano” al que se dota de todos los mecanismos arquitectónicos aplicables al caso:continuidad de la línea de cornisa, énfasis en el chaflán, articulaciones de gran altura en las esquinas y disposición a todo del contacto del edificio con la calle de bajos comerciales. Pero ese gran “plano urbano” está atomizado. Pixelizado en individuos diríamos utilizando una metáfora contemporánea. La disposición de paños de ladrillo de color en torno a cada hueco aísla y singulariza lo más personal, lo privado, los dormitorios, haciendo que lo común se consiga como suma de individuos. Esta exploración plástica consigue así, un carácter contemporáneo no rupturisita que hace posible, al mismo tiempo, la participación activa en la construcción comprometida del presente y la vinculación afectiva de los usuarios con sus viviendas.
El vacío interior es un partió habitado. Un recinto protegido apto para la vida comunitaria de los vecinos al que se accede desde un único punto situado en el chaflán. La distribución a cada portal se produce desde interior del patio pavimentado como una plaza urbana.Por su orientación, el patio se abre al sur y al sol. Una vez dispuesta hacia el exterior la parte “privada” de cada vivienda, hacia el interior colectivo y hacia el sur, se dispone su parte “pública”. Estares y cocinas se abren al patio con grandes ventanales protegidos de la radiación directa por el vuelo delos balcones y celosías generando un orden vertical. Serenidad, sobriedad y naturalidad como muestra de las virtudes que se estiman como propias de la vida comunitaria civilizada.
La estabilidad del matrimonio de conveniencia vivienda protegida – ladrillo visto garantiza alta durabilidad y bajo mantenimiento a bajo precio. El proyecto no discute la naturaleza de ese sagrado vínculo. Más aún, la optimiza con el uso de sus posibilidades cromáticas: hacia el exterior en tres tonos de gris, hacia el interior en un solo tono de blanco.Su minuciosa ejecución,la sofisticada disposición de juntas de dilatación y juntas de trabajo y su congruencia con los objetivos generales de proyecto hablan bien de las posibilidades aún inexploradas del modesto y leal ladrillo visto.