El sector norte de Los Espartales se estructura tomando como unidad urbana la manzana cerradas de una hectárea, de trazado rectangular, 115 x 90 metros, con su eje mayor en dirección este-oeste y destinada, como uso predominante, a vivienda colectiva con algún tipo de protección.
Esta norma urbanística que dispone la edificación continua en el perímetro formando manzanas cerradas tiene una doble consecuencia: el refuerzo del carácter urbano de la calle y el establecimiento de un diálogo exterior – interior.
La aplicación de la normativa técnica garantiza el éxito ambiental: confort climático y acústico. Hermeticidad y estanqueidad. Salubridad y Accesibilidad.
La férrea ordenanza urbanística del barrio determina la configuración general. Manzanas rectangulares con edificación perimetral situada sobre las alineaciones exteriores con un fondo máximo de 15 metros y una edificabilidad ajustada estrictamente al volumen máximo admisible. Desde luego que un tejido urbano de manzanas cerradas ha demostrado en la historia, sobradamente, sus virtudes. El proyecto asume sin reservas lo determinado en el Plan. La determinación por el planeamiento del fondo edificable máximo en 15 m, junto con las limitaciones al volumen general y la convención del tipo básico “obligatorio” de dos viviendas por rellano de escalera, coartan en gran medida la estructura interna de las viviendas y sólo dejan como variable la posición relativa de dormitorios y zonas comunes. El proyecto establece como un bien irrenunciable para todas las viviendas la doble orientación.