CENTRO DE CONGRESOS DE ALICANTE

  • UBICACIÓN ALICANTE
  • FECHA 2023-2024
El nuevo Centro de Congresos de la ciudad de Alicante debe hacer ciudad. Por una parte, resolver y generar espacio público allí donde se ubica, y por otra, resolver los flujos de tráfico que pueda originar.

Las dos piezas de aparcamiento, y de centro de congresos y oficinas se separan generando una plaza pública entre ellas. Desde el aparcamiento se accede a la citada plaza y de allí al Centro de Congresos. También es posible acceder bajo una marquesina de acogida sita en el testero suroeste del edificio principal mediante una promenade atravesando una sala de columnas bajo la pieza de oficinas. En esta área o plaza pública cubierta se propone el acceso a las oficinas, la cafetería y las oficinas de atención online.

El carácter longitudinal del edificio actúa como filtro entre la ciudad y la plaza pública anteriormente mencionada. Un muro de piedra de Novelda de unos tres metros de alto delimita y posiciona el edificio. El muro se interrumpe en varios puntos para permitir el paso a unos patios sombreados, con vegetación, que actúan de antesala al mar y a los vestíbulos de la nueva construcción. El muro tiene la doble condición de protección y filtro. Este muro configura un zócalo cuya escala permite una lectura más humana hacia la ciudad. La visión lejana que se propone desde el mar es la del carácter industrial de las construcciones portuarias que han ido apareciendo a lo largo de los años en los muelles del puerto.

Centro de Congresos requiere un aparcamiento de gran capacidad tal y como se indica en las bases. De manera orientativa se nos pide capacidad para 300 plazas. 

Dos circunstancias han condicionado la solución propuesta de aparcamiento: la superficie que debe disponerse, y la temporalidad en su ocupación derivada del funcionamiento eventual de los auditorios. Totalmente determinante de la configuración final de nuestra propuesta ha sido la circunstancia de no poder soterrar el aparcamiento, con lo cual es un elemento programáticamente fundamental, y que no se puede "esconder".

El flujo de vehículos que ocasiona al programarse una actividad supone una interrupción en la trama urbana, un conflicto entre la circulación peatonal y la rodada.

Con todos estos condicionantes es determinante en el proyecto la situación de las 300 plazas de aparcamiento requeridas. Se ha elegido la posición que consideramos permite discriminar de una manera más adecuada el flujo vehicular del peatonal y así tratar de minimizar el conflicto entre ambos. Se trata de potenciar la recuperación del paseo marítimo, y de liberar los accesos peatonales del nuevo edificio del molesto tráfico rodado.

Se plantea un aparcamiento como un gran umbráculo dotado de vegetación. Un lugar en sombra, y en dos niveles, para evitar una gran ocupación en planta de la playa de aparcamiento. Un lugar en el que crecen palmeras en patios dotados de terrarios que atravesando los forjados deja pasar la luz al nivel inferior. Un lugar que podría alcanzar otros usos en los momentos en que su ocupación sea mínima o nula. Un aparcamiento que formalmente dialoga con el edificio al que sirve y que se resuelve con el mismo sistema estructural, unos grandes pórticos que recuerdan a las estructuras portuarias de los astilleros.

Nuestra propuesta busca aunar su unidad formal con la autonomía formal y funcional de cada una de las partes del programa. El acceso a cada una de las mismas es fácil y claro, y garantiza su autonomía funcional. Acoge e invita al viandante a entrar en su espacio interior, donde amplios espacios de transición enmarcan y anuncian sus usos interiores. Su configuración definitiva y el diseño de sus accesos permiten un sencillo faseado en la fase constructiva del mismo. Cuatro fases en su desarrollo constructivo son claramente posibles: sala principal, salas menores, áreas de oficinas, y ala de aparcamiento.

El edificio se configura mediante una envolvente unitaria, una seriación de pórticos que genera una trama continua, una caja de resonancia que permitirá a la población hacerse eco de la vida cultural que se desarrolle en el mismo. Esta solución de pórticos que genera una trama continua con sus llenos y vacíos no pretende ser una simple piel. Busca determinar el espacio mediante su condicionante principal, su iluminación. Esta se pretende sea mágica, incluso dramática en accesos, circulaciones y aparcamiento, y más homogénea y neutra en el resto con usos definidos.

El volumen propuesto adapta sus fachadas y pliega sus cubiertas en respuesta al entorno desigual que le rodea. Su perfil quebrado, además, dialoga con los espacios que alberga en su interior. Su rítmica cubierta, plagada de lucernarios, además de proporcionar la presencia de luz natural proporciona a su interior la necesaria continuidad y fluidez que todo edificio público necesita.

La disposición final de los volúmenes edificados atiende con claridad a parámetros básicos del lugar, tanto geográficos como climáticos. Su orientación y asoleo se asume en los volúmenes proyectados con la incorporación de su sistema de fachada y cubierta, que protegerá de la radiación intensa en verano y permitirá que ésta penetre en invierno, a la vez que facilita la visión del mar y cielo desde el interior. Este sistema de protección de los volúmenes interiores que conforma el cerramiento exterior proyectado opera además como elemento de gran importancia en cuanto a aislamiento climático y acústico, e incorporará sin duda un significativo ahorro en el consumo energético del edificio.

Nuestra propuesta busca en un solo gesto resolver la geometría, la estructura y la materialidad del edificio proyectado. Su estricta geometría, sus grandes luces, la repetición de elementos, la reducción de los acabados elegidos, nos habla de la necesidad de acudir a sistemas prefabricados e industrializados cada vez más obligados para la consecución de altos grados de eficiencia en cuanto a plazos y costes, así como de altos grados de calidad y en sus acabados, condición que todo equipamiento público merece.

Pensando en el acortamiento del plazo de obras decidimos utilizar el hormigón armado formando elementos que sean al mismo tiempo estructura y cerramiento. Una vez concluida la estructura, lo estarán sus cerramientos (fachada, suelos y techos, y cubierta). El hormigón, por otro lado, aporta una excelente imagen interior y exterior. Nos ofrece una imagen sobria y serena, y además ofrece un bajo mantenimiento en el curso del tiempo.

De esta manera, los materiales que conforman la imagen del edificio serán: el hormigón en diferentes moldeados y texturas, el vidrio, y la piedra de Novelda.

Algunos elementos y paños interiores y/o exteriores se singularizan acabándose en azulejo cerámico cualificando con sus brillos y reflejos aún más la luz y claridad alicantina.

Los pavimentos se proponen con soluciones continuas como pueden ser el hormigón acabado con polvo de cuarzo o soluciones con pavimentos multicapa de resinas. Al exterior la idea es la combinación de soluciones continuas con incrustaciones de piedra natural de Novelda.